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Los elementos del vino parte 1: El ácido + Albariño
Este elemento mantiene tu vino fresco.
Edición 007 del newsletter Pa’ Que Cepas
Hola! Este año he estado muy ocupada en el trabajo y tenía esté newsletter abandonado desde hace un mes. Hoy, vengo a recompensarte por tu paciencia.
Esta semana empezamos una serie de seis emails donde te ayudaré a entender los elementos básicos que debes evaluar al catar un vino: 1) acidez, 2) cuerpo, 3) alcohol, 4) taninos, 5) dulzura, 6) aromas y sabores.
Vas a recibir estos correos cada dos semanas. ¡Así que ojo! no te pierdas la serie completa.

Imagen creada por mi usando I.A. de Adobe Firefly
¿Qué es el ácido en el vino?
Si has escuchado a un experto hablar sobre el vino, entonces has escuchado las palabras cuerpo, taninos, y acidez. Y es normal que te preguntes qué significa todo eso.
Hoy vamos a empezar por aclarar lo que es la acidez en el vino.
La acidez en si es fácil de entender. Si te has probado un limón apenas exprimido sabes que es un ácido que hace que se te haga agua la boca. De hecho, solo pensar en el jugo de limón sin azúcar puede hacer que se te haga agua la boca.
Lo mismo pasa con el vino.
TODOS los vinos tienen un PH ácido. Sin embargo, muy pocos tienen la acidez de un limón. De hecho, lo primero que debes saber es que hay diferentes tipos de ácidos en el vino y que cada tipo tiene características de sabor y textura diferentes.
Los tres ácidos más comunes en el vino son el tartárico, el málico, y el cítrico.
El ácido tartárico, es relativamente suave y lo encuentras en un banano que no está completamente maduro.
El ácido málico tiene un sabor frutal. Lo encuentras en las manzanas.
Y el ácido cítrico, que como lo dice el nombre, lo encuentras en los cítricos.
¿Y cómo los reconoces?
La manera más fácil, es volviendo a esa sensación de que se te hace agua la boca. Entre más saliva produzca tu boca al saborear el vino, va a tener más ácido.
Pero más allá de saber si un vino es muy ácido o poco ácido, lo importante es que empieces a categorizarlo con adjetivos. ¿Fue un ácido refrescante? ¿corto? ¿picante? ¿está balanceado?
Poco a poco desarrollaras tu paladar y podrás decir si el elemento ácido de un vino te gustó o no. Y al final del día, lo que más importa en el vino es que aprendas a disfrutar lo que a ti te gusta.
Por otro lado debes saber que los vinos blancos son más ácidos que los vinos tintos. Sin embargo, repito, todos los vinos tienen un PH ácido.
¿Y para qué sirve el ácido?
El ácido retrasa los procesos químicos de envejecimiento de un vino. Por eso los vinos con un buen nivel de acidez generalmente sirven como vinos de guarda.
Por otro lado, el ácido es un elemento que te ayuda a maridar (o combinar) tu vino con comida.
El ácido corta la grasa.
Por lo tanto, los vinos con un nivel alto de acidez son acompañantes perfectos para comida grasosa. Te ayudan a limpiar el paladar.
¡Es por esto que el champagne queda espectacular con pollo frito!
Si te interesa probar vinos de cepas más ácidas te recomiendo el Champagne, el Riesling, el Chenin Blanc, y uno de mis favoritos… el Albariño.
Albariño, la uva que sabe a limón y sal
Sabores principales: ralladura de limón, toronja, melón verde, durazno nectarin, sal.
Características típicas: acidez alta, cuerpo ligero, bajo en taninos.
Esta uva es originaria del noroeste de la peninsula ibérica, donde lo cultivan muy cerca al mar. Por eso tiene un sabor característico salino.
Es popular en España y en Portugal (donde lo llaman Alvarinho) y hay una diferencia muy grande entre los Albariños de estos dos países. El Alvarinho Portugues tiene un ácido más agresivo que el Español porque en España usan procesos que suavizan el ácido con fermentación maloláctica.
Toma esto con esto…
El Albariño es el acompañante perfecto para un ceviche, risotto con mariscos, y pescado frito (o cualquier otro marisco apanado).
Pero la mejor combinación es tomártelo bien frio (casi helado) con unas papas fritas de paquete (tipo lays), en una tarde de verano, escuchando Limón y Sal de Julieta Venegas.
En la siguiente edición…
Hablaremos de una de las características del vino que confunde a muchos, el cuerpo.
¡Salud!
-- Majo